A lo largo de milenios, el territorio peruano ha sido cuna de civilizaciones que no solo construyeron sociedades complejas, sino que también desarrollaron conocimientos científicos y técnicos, como la cultura Caral, considerada una de las más antiguas del mundo y la más antigua de América. Estos avances se plasmaron en centros ceremoniales como Túcume, vinculados a figuras como el Señor de Sipán y la cultura Sicán. Por su parte, Machu Picchu se erige como una obra maestra de arte, arquitectura, urbanismo e ingeniería de la civilización inca. Estas culturas lograron hazañas arquitectónicas que aún desafían a la ciencia moderna, empleando herramientas avanzadas como sistemas de medición, alineaciones astronómicas precisas, técnicas de ingeniería sismorresistente y métodos de ingeniería hidráulica, que les permitieron construir en terrenos accidentados y de alta actividad sísmica.

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